1) No todas las personas poseen la misma figura física, y al ostentar un canon
único como forma exclusiva de belleza genera que las personas vayan tratando de
adecuar sus características a dicho canon, potenciando lo que se le asimile y
tratando de ocultar lo que no conforme parte del estereotipo, por lo tanto no
se favorece a una completa aceptación nuestro cuerpo sino que se provoca todo
lo contrario.
2) Provoca trastornos en la salud, no es casualidad que, con este bombardeo de
estereotipos sociales y publicitarios, las mujeres tiendan a caer en trastornos
como la anorexia y la bulimia mientras que los hombres lo hagan en la vigorexia
(realizar ejercicio físico de manera obsesiva compulsiva cada día de manera
continuada). Aunque podamos pensar que no nos repercuten negativamente esos
cánones y que ya "somos mayorcitos" para aceptarnos e ignorar lo que
la sociedad quiere imponernos estéticamente, las estadísticas médicas nos
demuestran lo contrario, ¿por qué sino las mujeres iban a tratar de perder peso
compulsivamente y los hombres de ganar músculo?
3) Nos hace creer que ese canon estipulado es el único verdadero y
absoluto. Esto no es cierto, en épocas anteriores el estereotipo de belleza para
la mujer estaba constituido por mujeres con sobrepeso y tez pálida, ya que esto
era signo de no pertenecer al campesinado (la tez morena era asociado al hecho
de estar horas trabajando bajo el sol), y por otro lado de que gozaban de una
buena alimentación (la delgadez se asociaba a la desnutrición y bajo nivel
social). Esto nos demuestra que los cánones han ido cambiando según la época y
el lugar.
Por todo esto, EXIGIMOS: La erradicación de cánones
exclusivos para hombres y mujeres, la fomentación de modelos de todo tipo de
medidas, tamaños y colores. No queremos sustituir unos cánones por otros, somos
conscientes de que cada persona responde a un perfil y por ello atenernos a uno
en concreto es tan ridículo como nocivo. El mercado de la moda (así como los
locales donde se proyectan sus valores) han de evolucionar y respetar a sus
consumidores, a las personas.
No hemos de adaptar nuestro cuerpo a la moda, es ella la que ha de
adaptarse a nosotros/as.