miércoles, 26 de septiembre de 2012

[Valladolid] 28 de Septirmbre, Día internacional por el aborto libre.

 

NADIE DECIDE POR MI



Ante la nueva reforma que pretende llevar a cabo el gobierno -mediante la cual se negaría el derecho de las mujeres a poder decidir sobre su propio cuerpo- es necesario que digamos alto y claro que no lo vamos a permitir, y que lo que realmente necesitamos es la regulación del aborto en una ley específica, dejando de estar tipificado como delito en el Código Penal, siempre y cuando no se realice contra la voluntad de la mujer o por imprudencia.
El derecho al aborto no es sólo el más importante de los derechos reproductivos, sino uno de los derechos más relevantes para las mujeres, pues lo que está en juego es el derecho de todas a ser dueñas de nosotras mismas, de nuestros propios cuerpos, en definitiva, a ser libres. Este derecho tiene que garantizarse en la red sanitaria pública, asegurando la equidad territorial y la disposición continua de personal médico, sin vulnerar la objeción de conciencia de éstos.
La única regulación posible  es la   despenalización total del aborto voluntario. Y si tuviéramos que hablar de plazos, nunca menos de las 24 semanas, como ocurre en Holanda o los países más avanzados de Europa, y sin plazo en caso de peligro físico o psicológico para la mujer.
Para cualquier mujer es una tragedia ser obligada a continuar un embarazo no deseado sea cual sea su edad. Nadie tiene derecho a decidir por nosotras, ya que se trata de nuestra vida  y de la de nadie más.
Desde Liza creemos que para reducir los abortos, el remedio no es prohibir, sino poner soluciones, garantizando la financiación total de anticonceptivos en la sanidad pública y reabriendo centros de planificación familiar, hoy en día inexistentes en Valladolid. También hay que dar el máximo de información posible impulsando la educación sexual, reconociendo el derecho a decidir, el derecho a una sexualidad independiente de la reproducción y el disfrute de ésta desde diferentes opciones sexuales.
Queremos remarcar la hipocresía que rodea al movimiento anti abortista, dado que estos/as mismas/os son los/as que apoyan la pena de muerte, o se muestran contrarios a investigaciones científicas que pueden salvar muchas vidas.
Vemos inaceptable la tutela de nuestro cuerpo que vulnera nuestra capacidad de decidir sobre él y la criminalización de las mujeres que han tomado la decisión de abortar. En todo momento vemos la interrupción voluntaria del embarazo como una elección reflexiva y consciente.
Mientras, a la Iglesia y a la derecha, se les llena la boca con el derecho a la vida y ¿dónde queda el derecho a decidir sobre nuestra propia vida? No entendemos cómo la Iglesia tiene tanto peso en cuestiones políticas y menos aún en las relativas a la mujer cuando este peso debería de caer íntegramente sobre nosotras, dado que nadie puede decidir qué hacer con nuestro cuerpo.
El poder de decidir sobre el cuerpo y sobre la salud es un derecho que debemos tener todas las mujeres. Si aspiramos a una verdadera transformación social que sea radical no podemos retroceder en nuestros derechos, es fundamental plantarles cara y ser firmes en nuestras reivindicaciones.
 
ABORTO LIBRE, SEGURO Y GRATUITO.